22 mayo 2008

Próximamente....


Cuando alguien que yo me se me cuente más cosas, seguiremos informando....

21 enero 2008

No solo Apple sabe vender sus productos

Buenas de nuevo a todos/as, después de bastante tiempo sin escribir, había telarañas en mi panel de control, incluso apestaba a ropero cerrado. Bueno, pues aquí os pongo un vídeo (gracias Mónica) donde se aprecia un "nuevo estilo" para vender jamones, donde muestran su simple funcionamiento y los accesorios disponibles, al más puro estilo Apple.

26 marzo 2007

Duelo de Sonitonos (en Fu Remol)

Buenas de nuevo. Aquí os asalto otra vez con nuevo tema del análisis de la humanidad. Esto se está convirtiendo en un documental de Felix Rodíguez de la Fuente.

Situación real: Son las 15:00, el restaurante donde sueles ir a comer lleno ("hasta las trancas"). Por fín te sientas, y respondiendo a algún fenómeno de la naturaleza, siempre escuchas el bullicio de la gente hablando, la música o la tele puesta, y cuando no, ambas a la vez. De pronto hay una mesa en la que deja de escucharse el bullicio. Adivinad por qué elemento de la naturaleza es sustituido el solape de conversaciones. Pues sí efectivamente el ruidito (sonitono) de un teléfono móvil. Y ahí es cuando se despierta la batalla campal.

De pronto en esa mesa donde se empieza a escuchar el primer sonitono hortera del día, sale al campo de batalla otro teléfono móvil con otro sonido sino más hortera, bien que le va a la zaga. Todos empiezan a partirse la caja (en la mesa indicada) y de pronto dice uno, "Atención! Escúcha eso!" Y el que lo pone se queda con la cara estática, deja de salibar e incluso respira menos para no tapar el sonido del telefonillo, y seguro que hacen un alto en el camino las neuronas del sentido del ridículo, mientras el personaje empieza como a flipar cual fumador empedernido de "chocolate". Para abreviar diré que la misma situación física se produce en los que escuchan. A esto que termina el ruidito, y tu que todavía conservas alguna neurona funcionando no te atreves a hacer ningún gesto que ni defraude al que te pone el sonidito ni que le de pie a decir "¡¡Enciénde el blutú que te lo paso!!". Si has cometido el error de hacer un gesto de "qué hortera, no se te ocurra mandar eso", seguramente se encerrará en si mismo y acudirá a otra víctima. Si por el contrario has hecho aunque sea un mínimo gesto de "psá no está mal", entonces agarra bien tu teléfono porque será capaz de encender tu bluetooth (¿Diente Azul?) y te pasará la dichosita canción.

De repente, cuando ya tus neuronas están bien estáticas al ver el dantesto panorama, sacas tu teléfono y se te ocurre la peor barbaridad del día. Enseñar tus sonitonos, super originales, y empezas a babear cual papi enseñando lo que hace su nene. En esto que el primero, que te enseñó su sonitono, exclama en su intento de salvar su pundonor y machacar tus melodías subiendo el volumen del teléfono, si hace falta, "pues mira este otro, este sí que es bueno". Y por supuesto esto se contagia a todos los comensales de la misma mesa. A los 2 minutos todos con el teléfono encima de la mesa a ver quién tiene el sonitono más hortera del mundo.

Es más, tu que observas, con alguna neurona dedicada a otros menesteres, observas el efecto dominó de los cacharritos. Al poco, otra mesa comienza con lo mismo, como diciendo "ahora veréis lo que es bueno". Y de pronto se desata la lucha más encarnizada y sanguinolenta de la historia por el sonitono más hortera.

Resultado: Al final te pegas todo el resto del día hablando de las melodías, el altavoz de tu teléfono con heridas de guerra físicas y morales (las segundas tardan más en cerrarse). Y sobre todo las neuronas del sentido del ridículo hechas polvo después de la sangrienta batalla. Y tu amor por lo hortera se abre paso ante la cordura que siempre, o nunca, te ha caracterizado.

He aquí otro misterio de la humanidad. ¿Hasta qué punto el móvil te sugestiona y es capaz de vencer, en muchas ocasiones, la barrera del horterismo? ¿Por qué, por qué, por qué? ¿Esto de los sonitonos horteras es otra de las drojas de diseño?

En fin, como la naturaleza es sabia y la humanidad no, esperaremos a que el curso de la naturaleza nos de una respuesta clara a estos fenómenos de la humanidad.

22 febrero 2007

El Teléfono Móvil, ese aparato del diablo

Muy buenas, después de mucho tiempo sin escribir y buscando una foto para acompañar este post, podemos decir a grandes rasgos, que este puede ser un post aburrido (porque no tiene foto), jeje.

A lo que vamos. Esto ocurre cada día, así que vamos a describir una situación real.

Es un día normal, de estos en los que te acercas al calendario y lo ves el día de hoy en color negro o gris, y dices "pues hoy un día mu normal". Hasta aquí bien. Resulta que nos encontramos en la cola del supermercado, reunión de amigos/as, reunión de pastores o derivados. Todo el mundo está tan tranquilo, como ausente por un momento del mundo en el que vive y de sus "aparatos tecnológicos" llámese móvil, pda, bolígrafo laser o cerbatana electrónica, olvidados por un instante. En esto que suena un móvil que pertenece a alguno de los individuos, y no es el tuyo. Ring Ring también se puede escuchar un Paquito Chocolatero o un "Perreo", ya dependiendo del nivel de "horterismo" que haya alcanzado cada uno. De repente el/la incauto/a que no le quitó el sonido al móvil aparece y dice aquello tan escuchado en reuniones "Perdón es una llamada importante". ¿Una llamada importante? Lo dejaremos como está. A esto que ese sonido que destroza nuestros oidos, cual percutor atravesando paredes, se para. Y tu que estás en "modo observador" contemplas el poder infinito de estos aparatos del diablo. De repente todo el mundo empieza a mirar su teléfono, pda, bolígrafo laser, cerbatana electrónica, aunque la infernal melodía que sonaba no haya salido de su infernal cacharrito, aunque nadie le haya llamado, aunque no esperara ninguna llamada y ningún mensaje. Y tu piensas, "¿coincidencia, misterio, dolor de barriga?, no Serendipia".

Efectivamente, a diario comprobamos cómo el teléfono móvil es nuestro amo y señor. Hasta el punto que aprovechamos el sonido del teléfono de cualquier incauto/a que se lo dejó encendido para admirar el nuestro, solo para ver cómo se enciende la lucecita y en ese instante nos quedamos absortos ante la luminosidad de ese cacharrito, mirando cómo las rallitas de la cobertura suben y bajan y comprobamos al mismo tiempo que el reloj funciona bien "vamos, que no se ha parado, como si fuera un reloj de pulso" a la vez que observamos el nivel de batería y acto seguido volvemos a bloquear el teclado del teléfono y seguimos mirándolo hasta que la luz se apaga.

Pues sí amigos y amigas, esto ocurre. Es un fenómeno inexplicable, o sí, de cómo el teléfono móvil nos domina. Otros pensarán "Si es que no puede ser tan malo, con esas lucecitas, y esas rallitas de cobertura, y cómo sale de bien la foto de mi novia, o mi hijo. Menudo cacharrito". Error queridos y queridas, error. Mal hecho. Hay que vencer el poder de actracción de estos cacharros.

Bueno, después de toda esta situación, todo aquel que haya mirado su móvil aprovechando que el de otro suena (yo mismo) pensará en lo más hondo de su alma "Se habrá notado que he mirado el móvil sin que me haya sonado? Pensarán que soy un/a vicioso/a?.

En fin, no le demos más vueltas. Yo estoy intentado resistirme a la tentación, cosa que estoy consiguiendo poco a poco.

Como es tradición en este blog os dejo unas preguntas:
¿A quién no le ha ocurrido esto alguna vez? Y por favor, seamos sinceros
¿Qué piensa la Dama de Hierro sobre esto?
¿Esto del móvil será eso que llaman las nuevas "drojas"?